Psicosomático significa mente (psique) y cuerpo (soma). Un trastorno psicosomático es una enfermedad que afecta tanto a la mente como al cuerpo.
Trastorno psicosomático, también llamado Trastorno psicofisiológico, condición en la que el estrés psicológico afecta negativamente el funcionamiento fisiológico (somático) hasta el punto de la angustia.
Es una condición de disfunción o daño estructural en órganos corporales por activación inapropiada del sistema nervioso involuntario y las glándulas de secreción interna. Así, el síntoma psicosomático surge como resultante fisiológico de un estado emocional.
En otras palabras: Hay un aspecto mental en cada enfermedad física. La forma en que reaccionamos a las enfermedades y cómo las afrontamos varían mucho de una persona a otra. Por ejemplo, la erupción de la psoriasis puede no molestar mucho a algunas personas. Sin embargo, el sarpullido que cubre las mismas partes del cuerpo en otra persona puede hacer que se sienta deprimido y más enfermo.
Puede haber efectos físicos a causa de una enfermedad mental. Por ejemplo, con algunas enfermedades mentales es posible que no coma o no se cuide muy bien, lo que puede causar problemas físicos.
Es bien sabido que la mente puede provocar síntomas físicos. Por ejemplo, cuando tenemos miedo o ansiedad, podemos desarrollar síntomas de ansiedad.
En un estado de ira, por ejemplo, es probable que la presión arterial de la persona enojada se eleve y que su pulso y frecuencia respiratoria aumenten. Cuando pasa la ira, los procesos fisiológicos intensificados suelen remitir.
Si la persona tiene una inhibición persistente agresión (rabia crónica), sin embargo, que es incapaz de expresar abiertamente, el estado emocional permanece sin cambios, aunque no se expresa en la conducta manifiesta, y persisten los síntomas fisiológicos asociados con el estado de ira. Con el tiempo, esa persona se da cuenta de la disfunción fisiológica.
Muy a menudo se preocupa por los signos y síntomas físicos resultantes, pero niega o desconoce las emociones que han provocado los síntomas. Los trastornos psicosomáticos pueden afectar a casi cualquier parte del cuerpo, aunque generalmente se encuentran en sistemas que no están bajo control voluntario.
La Investigación del psiquiatra Franz Alexander y sus colegas del Instituto de Psicoanálisis de Chicago en las décadas de 1950 y 1960 sugirieron que los rasgos específicos de la personalidad y los conflictos específicos pueden crear enfermedades psicosomáticas particulares, pero generalmente se cree que la forma que adopta un trastorno se debe a vulnerabilidades individuales.
Se asume que el estrés agrava enfermedades existentes y hay evidencia de que puede precipitar enfermedades que normalmente no se consideran psicosomáticas ( p. ej: cáncer, diabetes) en personas predispuestas a ellas.
Los trastornos psicosomáticos que resultan del estrés pueden incluir hipertensión, enfermedades respiratorias, trastornos gastrointestinales, migraña y dolores de cabeza por tensión, dolor pélvico, impotencia, frigidez, dermatitis y úlceras.
Muchos pacientes que padecen enfermedades psicosomáticas responden a una combinación de farmacoterapia, psicoanálisis y terapia conductual. En casos menos graves, los pacientes pueden aprender a manejar el estrés sin medicamentos.
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