Michel de Nôtre-Dame (Saint-Rémy-de-Provence, Francia, 14 de diciembre de 1503 – Salón de Provenza, Francia, 2 de julio de 1566), también llamado Michel Nostradame, usualmente latinizado como Nostradamus, fue un boticario francés y supuesto adivino, más conocido por su libro Les Prophéties (en español, Las Profecías), una colección de 942 cuartetas poéticas que supuestamente predicen eventos futuros. El libro se publicó por primera vez en 1555.

Las profecías de Nostradamus

El francés Michel Nostradamus pudo predecir el ascenso de Hitler al poder, las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki y el asesinato del presidente estadounidense, John F. Kennedy.

Desde que fue publicada su obra profética «Les Prophéties» en 1555, miles de personas le han dado seguimiento a sus predicciones. La llegada al poder de Napoleón, la Segunda Guerra Mundial, la muerte de Kennedym, y la caída de las Torres Gemelas, son tan solo algunos de los acontecimientos que predijo Nostradamus.

Las profecías cumplidas:

Adolf Hitler

Nostradamus en sus versos frecuentemente menciona varios sucesos relacionados con el ‘führer’ Adolf Hitler, y hasta incorpora anagramas como ‘Hister’ en su escritura.

Hiroshima y Nagasaki

De acuerdo a las interpretaciones realizadas por los seguidores de Nostradamus en la cuarteta número VI de la 2 centuria, hace referencia a este suceso «Cerca de las puertas y dentro de dos ciudades, habrá dos azotes como nunca vio nada igual, hambre, dentro de la peste, por el hierro fuera arrojados, pedir socorro al gran Dios inmortal». 

Asesinato de John F. Kennedy

Nostradamus escribió acerca de la muerte del presidente estadounidense John F. Kennedy en 1963 y el posterior asesinato de su hermano Robert Kennedy, quien falleció después de la una de la madrugada. En la cuarteta 26 de la centuria I, se puede leer lo siguiente «El gran rayo cae de día, mal y predicho por portador postulado: siguiente presagio cae de noche, conflicto en Reims, Londres, etrusca bubónica». La tragedia de los Andes 1972

La tragedia de los Andes 1972

En la centuria II, cuarteta 75 dice lo siguiente «La voz oída del insólito pájaro, sobre el cañón del respiral suelo. Tan alto se elevará del grano la tarifa, que el hombre del hombre será antropófago”

11-S

En referencia a los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, Nostradamus escribió en la cuarteta XCVII de la 6 centuria lo siguiente «Cinco y cuarenta grados el cielo arderá, fuego acercándose a la gran ciudad nueva: al instante, gran llama esparcida saltará». 

Asesinato del papa Juan Pablo I

Nostradamus señala en la cuarteta tal XII, centuria 10 «Elegido Papa del elector será burlado, súbitamente con frecuencia emocionado dispuesto y tímido. Por demasiado bueno y dulce a morir provocado, temor oprime la noche de su muerte guía».  

Seguidores de Nostradamus aseguran que fue asesinado (envenenado) de noche por querer combatir la maldad y la corrupción enquistadas en las altas esferas del Vaticano (“Por demasiado bueno”). 

Crisis económica

Se dice que predijo cómo una gran crisis económica golpeará 2020 donde la bancarrota, la recesión y los tiempos oscuros para la economía global marcarán el año. Asimismo, predijo la crisis económica del 2008 con éxito.

Aumento brusco del nivel del mar para 2020

Se cree que Nostradamus predijo que el calentamiento global se volvería bastante malo en 2020 y que el nivel global del mar cambiaría el mundo abruptamente en 2020. además de esto, vendrían poderosas huracanes y tornados.

Terremotos

Las predicciones incluyen terremotos en diferentes áreas de América del Norte. Un gran terremoto golpeará el área entre California, Vancouver y Canadá.

Profecias pendientes (y esperemos que se equivoque)

Apocalipsis zombie

Nostradamus escribió: “Pocos jóvenes: medio muertos para empezar/Padres y madres muertos de infinitos dolores / Mujeres de luto, la pestilente monstruo: / El Grande no será más, todo el mundo se acabará”.

Tormenta Solar

Mucho más breve, Nostradamus advirtió: “Veremos subir el agua y caer la tierra debajo de ella”.

Asteroide

En una de sus Cuartetas, dice: “¿Se ve el fuego del cielo, una larga chispa encendida? / En el cielo, se ve fuego y una larga estela de chispas”.

Hambruna

“Después de una gran angustia para la humanidad, se prepara una mayor. El Gran Motor renueva las edades: Lluvia, sangre, leche, hambre, acero y plaga ¿Se ve el fuego del cielo, una larga chispa encendida”, escribió el francés.

Gran terremoto de California

“El parque en pendiente, gran calamidad, a través de las tierras del oeste y Lombardía El fuego en el barco, la plaga y el cautiverio; Mercurio en Sagitario, Saturno desvaneciéndose”.

La vida de Nostradamus

Nostradamus nació en la villa de Saint-Rémy, en Provenza, el año de gracia de 1503, un jueves 14 de diciembre, alrededor de las doce del mediodía. Su padre se llamaba Jacobo de Nostredame, notario del lugar; su madre, Renata de Saint-Rémy. Sus abuelos paternos y maternos pasaron por muy sabios en matemáticas y en medicina, habiendo recibido él de sus progenitores el conocimiento de sus antiguos parientes.»

Esos antepasados eran judíos, de la tribu de Isacar, al parecer pródiga en adivinos. En torno a 1480, un edicto regio había amenazado a todos los hebreos de Provenza con la confiscación si no se convertían, de modo que el bisabuelo de nuestro profeta, llamado Abraham Salomón, pensó que era más práctico bautizarse que perderlo todo. Tomó el apellido de Nostredame, que más tarde Michel latinizaría y convertiría en Nostradamus, en un intento de revestirlo de dignidad y misterio. Así pues, Nostradamus nació en el catolicismo y rodeado de sabios que muy pronto le iniciaron en las profundidades de las matemáticas, lo que por aquel entonces significaba adentrarse en la astrología, y también en el arte de la medicina y la farmacia.

Desde muy joven aprendió a manejar el astrolabio, a conocer las estrellas y a describir el destino de los hombres en sus aparentemente caprichosas conjunciones. En Avignon y Montpellier estudió letras, además de medicina y filosofía, asombrando a compañeros y profesores por sus raras facultades y su infalible memoria. Tenía veintidós años cuando, durante una epidemia de peste que asoló la ciudad de Montpellier, inventó unos polvos preventivos que tuvieron mucho éxito.

Convertido en boticario y perfumista, se instaló en Marsella y dedicó su ingenio a la elaboración de elixires, perfumes y filtros de amor. Fue en esos días de 1546 cuando tuvo lugar un acontecimiento que llevaría a Nostradamus a los umbrales de la fama: la terrible epidemia llamada del «carbón provenzal». Aix-en-Provence fue el centro de la plaga. Los afectados por ella se volvían negros como el carbón antes de morir atacados por tremendos dolores, de ahí el nombre que se le asignó con ironía no exenta de crueldad.

Nostradamus inventó un mejunje compuesto de resina de ciprés, ámbar gris y zumo de pétalos de rosa que habían de recogerse en cestos cada madrugada. El fármaco, inexplicablemente, consiguió cortar el contagio y revistió a su creador de honores y prestigio, hasta el punto de ser requerida su presencia en Lyon cuando allí se declaró un nuevo brote de peste.

Al año siguiente, Nostradamus se instaló en la villa de Salon, que entonces se llamaba Salon-de-Crau. En una casa de modesta apariencia abrió su consulta y se dedicó a atender a una nutrida clientela, ansiosa de adquirir sus aceites, pócimas y bebedizos contra todo tipo de males.

Nostradamus atendía a sus clientes durante el día y permanecía durante la noche encerrado en un observatorio que había hecho instalar en la parte alta de su casa. Todos lo consideraban un maravilloso hechicero y un habilísimo médico, lo que para las gentes era lo mismo, pero muy pocos conocían su relación con los astros.

En aquellos días abundaban los pronosticadores y Nostradamus no quería ser uno más, sino el mejor. El magistrado Chavigny nos cuenta cómo «él preveía las grandes revoluciones y cambios que habían de ocurrir en Europa y aun las guerras civiles y sangrientas y las perniciosas perturbaciones que iban a asolar el mundo, y lleno de entusiasmo y como arrebatado por un furor enteramente nuevo, se puso a escribir sus Centurias y demás presagios».

Por miedo a que la novedad de la materia suscitase maledicencias y calumnias, como efectivamente ocurrió, Nostradamus prefirió guardar sus profecías para sí mismo, hasta que en 1555 decidió darlas a la luz. El éxito de esos crípticos cuartetos fue inmediato. En la corte, el rey y su esposa quedaron maravillados. Nostradamus fue reclamado en París, donde Enrique II lo colmó de regalos y su impresionante figura barbada hechizó a los cortesanos. En los años siguientes, su prestigio aumentaría hasta límites inconcebibles cuando una de sus predicciones, la relativa a la muerte del rey, se cumplió tal como él había escrito.

Años antes, el astrólogo Luca Gaurico, consultado por Catalina de Médicis, ya había pronosticado que su marido perecería en duelo. Convertido en rey, Enrique había escrito: «No existe apariencia alguna de que yo vaya a morir de tal manera. El rey de España y yo acabamos de hacer la paz, y aunque no la hubiéramos hecho, dudo mucho de que llegásemos a batirnos en duelo ocupando tan alta dignidad». Cuando aparecieron las profecías de Nostradamus, fue grande la curiosidad en la corte. ¿Era el profeta de Salon de la misma opinión que Gaurico? Los más aficionados a los criptogramas no tardaron en encontrar en las Centurias una cuarteta en la que podía encontrarse la respuesta:

«El joven león al viejo ha de vencer,
en campo del honor, con duelo singular.
En jaula de oro, sus ojos sacará,
de dos heridas una, para morir muerte cruel.
«

Posteriormente, los comentadores han encontrado que todo está muy claro. De los dos leones, el primero trataba de representar el signo astrológico de Francia y de su rey; el otro era el león heráldico de Escocia, bajo cuyo blasón combatía el conde de Montgomery, lugarteniente entonces de la guardia escocesa en la corte de Francia.

Los hechos ocurrieron así: en uno de los torneos que festejaban el fin de la guerra con España, el rey quiso medir sus fuerzas con Montgomery. Este último golpeó involuntariamente con su lanza la coraza de Enrique, con tan mala fortuna que una astilla penetró bajo la visera del yelmo real, que brillaba como el oro. Como auguraba la profecía, el joven león escocés era doce años más joven que el rey y de las dos heridas, fractura de cráneo y ojo atravesado, sólo la segunda era mortal, como indicaron los médicos. La crueldad de la muerte se advierte en que la agonía de Enrique duró más de doce días. Los versos se habían cumplido con fatídica precisión. Nostradamus nada más se equivocó en un detalle: no fueron los dos sino un solo ojo el herido. Lo demás aparecía tan exacto que la reputación de Nostradamus no iba a decaer ya hasta su muerte.

Los últimos días del profeta son también narrados con rigor de letrado por Jean-Aimes de Chavigny: «Había pasado ya de los sesenta años y estaba muy débil a causa de las enfermedades frecuentes que lo afligían, en especial artritis y gota. Falleció el 2 de julio de 1566, poco antes de la salida del sol. Podemos muy bien creer que le fue conocido el tiempo de su muerte, y aun el día y la hora, puesto que, a finales de junio de dicho año, había escrito de su propia mano estas palabras latinas: Hic prope mors est, mi muerte está próxima. Y el día antes de pasar de esta vida a la otra, habiéndolo yo asistido durante largo tiempo y habiendo estado cuidándolo desde el anochecer hasta el día siguiente por la mañana, me dijo estas palabras: ¡No me verá con vida la salida del sol!»

Fuentes:

Nostradamus – Wikipedia, la enciclopedia libre

Lo que predijo Nostradamus para el 2020, incluida enfermedad de Trump y muerte de Putin ¿Qué se ha cumplido? – Los Angeles Times (latimes.com)

Las profecías cumplidas y no cumplidas de Nostradamus | Noticias | teleSUR (telesurtv.net)

Biografia de Nostradamus (biografiasyvidas.com)

¡Estas son las terribles y apocalípticas profecías de Nostradamus para 2021! (mundodeportivo.com)

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