Como cada finde semana Mariana, una niña de siete años se había quedado en casa de su abuela que vivía en una pequeña casa a las afueras de la ciudad. Sus padres la dejaron allí y regresarían por ella hasta el lunes. Todo transcurrió normal, cenaron y se rieron un rato charlando juntas. A las diez de la noche, la abuela se puso a leer como de costumbre, ya que tenia ese habito antes de irse a descansar. Mientras tanto, Mariana se puso a ver la television. De repente a la abuela le entró una sed increíble, y le pidió a Mariana que si le podía traer un vaso de agua.

-Está oscuro -dijo Mariana.

-No tengas miedo, sigue el pasillo, que justo al lado de la puerta del baño hay un interruptor.

Mariana se decidió, y al entrar al pasillo no veía nada porque estaba muy oscuro, por lo que se arrimó a una pared y fue palpando y tanteando a ciegas en busca de un interruptor.
Al seguir andando y llegar al marco de la puerta del baño, se paró y siguió tanteando, y de repente notó como una mano fría intentaba arrastrarla a la oscuridad del baño. Mariana logró apartarse y aterrada se fue llorando hasta llegar con su abuela.

Desde entonces, Mariana está en tratamiento psicológico. ¿Que pasó, si solo estaban ellas dos en la casa y la abuela estaba en el salón ?

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