Era una noche muy fría y como siempre todos los chicos del pueblo salían a jugar, a charlar y algunos hacer alguna travesura. Lupe no era muy sociable así que evitaba relacionarse con los demás, a ella lo que mas le apasionaba era dibujar y leer.

Pero tenia una afición mas interesante, era un amor desenfrenado por los animales. Ella no soportaba ver a ningún animal abandonado y mucho menos ver que alguien abusara de ellos. Esa noche, Lupe tenia que salir hacer algunas compras, no le gustaba para nada salir en el momento que estaba leyendo su libro favorito, pero su madre necesitaba leche y pan para hacer la cena.

Salió rápidamente en dirección hacia la tienda cuando de repente vio un grupo de chicos riendo y pateando algo que no lograba ver que era, así que no le dio importancia, pero en el momento que Lupe se dio la vuelta y continuar su camino, uno de esos chicos grito, ! No dejen que se escape, aun sigue vivo!.

En ese momento Lupe entendió que se trataba posiblemente de algún animal y corrió para ver de que se trataba. Sus ojos se abrieron al ver que ere un pobre perro con ojos grandes y muy negros, era un perro ciego. Los chicos lo golpeaban sin piedad, y no pararon hasta dejarlo medio muerto.

-!Parren de golpearlo, no sean crueles!, es un pobre perro ciego, déjenlo en paz.

El perro instintivamente se resguardo entre los pies de Lupe con la espereza de que ella lo ayudara, pero ella no pudo hacer nada. Miguel, el chico mas grande del grupo, lo cogió de una pata y lo arrojo a un pozo.

-Vete de aquí Lupe, ese perro feo ya esta muerto y no puedes hacer nada por el.

-!Todos ustedes son crueles! le dijo Lupe y corrió hacia el pozo para ver al perro. El perro estaba allí, inmóvil, en lo profundo de ese pozo, aunque estuviera vivo, era imposible sacarlo de allí, era muy profundó. Lupe se fue triste y furiosa por no haber podido ayudar al pobre perro.

-Lo siento mucho perrito ciego, no pude hacer nada por ti. Descansa en paz que tu sufrimiento ha parado.

A la mañana siguiente Lupe se levanto para irse al colegio, eran las 6:00 am y ella tenia que estar en la parada del colectivo a las 6:15. A esa hora aun era muy oscuro y era un barrio peligroso, casi que algunas veces su madre la acompañaba o se iba con otras compañeras para no irse sola pero ese día su madre se sentía enferma, así que Lupe le mintió y le dijo que se iría con Marta y su madre.

Lupe salió corriendo, no quería llegar tarde al lugar donde el autobús recogía a los estudiantes, estaba muy oscuro y por un instante sintió mucho miedo, así que trato de apresurarse y empezó a caminar mas rápido. Pero al llegar a la esquina de una calle, algo salió interponiéndose en su camino.

No podía creer lo que esta viendo, era el perro ciego que habían matado los chicos. ¿Cómo era posible que estuviera allí, como salió de ese pozo tan profundo? Lupe trato de cruzar la calle pero el perro la seguía, no la dejaba continuar con su camino. Ella trato de engañarlo y se fue por otra calle y sorprendente el perro apareció allí, Lupe agarro valor y se fue acercando hacia donde estaba el perro para tratar de verlo mas de cerca.

Ya estaba casi cercas de él cuando a lo lejos escucho que alguien gritaba horrorosamente, Lupe sintió un escalofrió que recorría por todo su cuerpo y cuando volteo para ver al perro, este la veía atentamente con sus grandes ojos negros y saltones. Estaba allí inmóvil mirándola fijamente, en ese momento Lupe se horrorizo y corrió hacia su casa.

No paraba de temblar, y sentía que su corazón se le iba a salir. Su madre la miro y le pregunto que era lo que pasaba y ella solo le dijo que no había pasado el autobús y que todos los estudiantes se regresaron a sus casas. Lupe le mintió a su madre, pues ella sabia que si le contaba la verdad no le iba a creer.

Ya era muy tarde, ya estaba el sol en todo su esplendor y era el horario que a su madre le gustaba para ir hacer compras al mercado local, y como ya se sentía mejor, se preparo y se fue. Al egresar del mercado su madre, Lupe la miro algo sorprendida y angustiada.

– ¿Qué sucede madre ? te veo como preocupada.

-Si hija, me acaban de contar que hoy en la mañana encontraron a una joven muerta en la esquina donde llega el autobús a recoger a los estudiantes del colegio dónde vas tu, y que vestía el mismo uniforme que tienes tu. Que le cortaron el cuello y que no encuentran su cabeza.

Lupe se asusto tanto y recordó los gritos que había escuchado esa mañana, su cabeza le daba vueltas y pensaba en el perro, así que agarro valor y fue a buscar al perro, quizás lo encontraría escondido en algún lugar herido y con hambre. Ella quería ayudarlo en agradecimiento por haberla salvado esa mañana, porque quizás ella hubiese sido la chica muerta. Pero gracias al perro que se lo impidió ella sigue viva.

Busco y busco y no lo encontró, era como si hubiera desaparecido. En un impulso de su corazón, tuvo la curiosidad de saber como fue que salió del pozo, así que fue hacia ese lugar para averiguar. Al llegar allí, se sorprendió al ver que en lo profundo del pozo se encontraba el perro, tal como lo habían dejado los chicos la noche anterior. No podía comprender lo que estaba pasando, era imposible que estuviera allí si ella lo había visto en la mañana, ¿como era posible?

El cuerpo del perro ya estaba descomponiéndose rápidamente como si llevara días de muerto, ya despedía ese olor a muerte. Lupe se fue a su casa, pero antes le agradeció al perro o mas bien al alma del perro por haberla ayudado. Ella empezó a llorar, y con lágrimas en sus ojos, ella empezó a arrojarle tierra y agradeciéndole por lo que había hecho.

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