Mírame a los ojos. La frase me recuerda a un psicoterapeuta balanceando un reloj de bolsillo. 

“Hay muchos mitos sobre la hipnosis, en su mayoría provenientes de presentaciones en los medios de television y como películas de ficción y novelas», dice Irving Kirsch, profesor y director del Programa de Estudios Placebo de la Facultad de Medicina de Harvard. 

Kirsch dice que la hipnosis es una forma legítima y bien estudiada de tratamiento complementario para afecciones que van desde la obesidad y el dolor después de la cirugía hasta la ansiedad y el estrés.

En términos de pérdida de peso, algunas de las investigaciones de Kirsch han encontrado que, en comparación con las personas que se someten a la terapia cognitivo-conductual (TCC), uno de los tratamientos no farmacológicos más respaldados por la evidencia para la pérdida de peso, la depresión y muchas otras afecciones, las personas que se someten a terapia cognitiva conductual junto con la hipnosis y tienden a perder significativamente más peso. 

Después de cuatro a seis meses, las personas que se sometieron al hipnosis, bajaron más de 20 libras, mientras que los que solo hicieron CBT perdieron aproximadamente la mitad de esa cantidad. El grupo de hipnosis también mantuvo esa pérdida de peso durante un período de seguimiento de 18 meses, mientras que el otro grupo tendió a recuperar algo de peso.

Además de ayudar a perder peso, existe «evidencia sustancial de investigación» de que la hipnosis puede reducir eficazmente el dolor físico, dice Len Milling, psicólogo clínico y profesor de psicología en la Universidad de Hartford.

Uno de los artículos de revisión de Milling encontró que la hipnosis podría ayudar a reducir el dolor posquirúrgico de los niños o el dolor relacionado con otros procedimientos médicos. Otro de sus artículos de revisión encontró que cuando se trata de dolor relacionado con el trabajo de parto, la hipnosis en algunos casos puede aumentar significativamente los beneficios de la atención médica estándar, incluidas las epidurales y los medicamentos.

“Es muy útil para dejar de fumar”, agrega el Dr. David Spiegel, experto en hipnosis y profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. «La mitad de las personas que veo una vez dejan de (fumar), la mitad de ellos no tocará un cigarrillo durante dos años». 

Un estudio realizado en 2007 con 286 fumadores, encontró que el 20% de las personas que recibieron hipnosis lograron dejar de fumar, en comparación con el 14% de los que recibieron asesoramiento conductual estándar. 

Los beneficios para dejar de fumar fueron aún más pronunciados entre los fumadores con antecedentes de depresión, lo que sugiere un beneficio potencial adicional de la hipnosis.

La hipnosis también puede ser «muy útil» para tratar el estrés, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático, dice Spiegel. Su investigación ha encontrado que la hipnosis puede incluso alterar la función inmunológica de una persona de manera que contrarresta el estrés y reduce la susceptibilidad a las infecciones virales.

Pero, ¿qué implica exactamente la hipnosis y cómo proporciona estos beneficios? Ahí es donde las cosas se ponen un poco turbia. “Si le preguntaras a 10 expertos en hipnosis cómo funciona la hipnosis, probablemente obtendrías 10 explicaciones diferentes”, dice Milling.

Casi todos en el campo están de acuerdo en que la práctica de la hipnosis implica dos etapas, que generalmente se conocen como «inducción» y «sugestión«.

“Durante la inducción, normalmente se le dice al sujeto que se relaje, que enfoque su atención y que él o ella se someta a hipnosis”, dice Milling. Esta etapa puede durar desde unos pocos segundos hasta 10 minutos o más, y el objetivo de la inducción es aquietar la mente y enfocar su atención en la voz y la guía del terapeuta o consejero.

La fase de «sugestión» implica hablar con la persona hipnotizada a través de eventos y escenarios hipotéticos destinados a ayudarlo a abordar o contrarrestar comportamientos y emociones que no ayudan. Se invita a los pacientes a experimentar eventos imaginarios como si fueran reales, dice Milling. El tipo de sugerencias utilizadas depende del paciente y sus desafíos únicos.

De alguna manera, la hipnosis se puede comparar con la meditación guiada o la atención plena; la idea es dejar de lado los juicios normales y las reacciones sensoriales y entrar en un estado más profundo de concentración y receptividad. 

Tanto Milling como Spiegel comparan la hipnosis con perderse en un libro o una película, esos momentos en los que el mundo exterior se desvanece y la mente de una persona está completamente absorta en lo que está leyendo o mirando.

«Si bien la mayoría de las personas temen perder el control en la hipnosis, (yo soy una de ellas) de hecho es un medio para mejorar el control de la mente y el cuerpo», dice Spiegel. En lugar de permitir que el dolor, la ansiedad u otros estados inútiles funcionen, la hipnosis ayuda a las personas a ejercer más control sobre sus pensamientos y percepciones.

¿Cómo hace esto la hipnosis? La investigación de Spiegel ha demostrado que puede actuar en múltiples regiones del cerebro, incluidas algunas relacionadas con la percepción y regulación del dolor. También se ha descubierto que la hipnosis calma partes del cerebro involucradas en el procesamiento sensorial y la respuesta emocional.

Sin embargo, hay mucha controversia sobre cómo funciona la hipnosis, dice Milling. “Originalmente, Freud teorizó que la hipnosis debilita la barrera entre el consciente y el subconsciente”, dice, y agrega que esta teoría ha sido abandonada en gran medida. 

Mientras que algunos atribuyen el poder de la hipnosis al efecto placebo, otra teoría es que «la hipnosis hace que las personas entren en un estado alterado de conciencia, lo que las hace muy sensibles a las sugerencias hipnóticas», dice. Si bien hablar sobre «estados alterados de conciencia» suena un poco espeluznante, no hay pérdida de conciencia ni amnesia.

No todo el mundo se beneficia por igual de la hipnosis. Milling dice que alrededor del 20% de las personas muestran una respuesta «grande», mientras que el mismo porcentaje de personas no responde mucho en absoluto. El 50% al 60% restante de la población aterriza en algún punto intermedio. «Los niños tienden a ser más hipnotizables», dice Spiegel.

Pero incluso las personas que obtienen un puntaje bajo en las medidas de sugestión hipnótica pueden beneficiarse de él, agrega Kirsch. También dice que es importante ver la hipnosis como un complemento de otras formas de terapia, algo que debe probarse solo junto con, la psicoterapia u otros tipos de tratamiento.

Milling reitera este punto. «Busque la ayuda de psicólogos con licencia, psiquiatras con licencia y trabajadores sociales clínicos con licencia que estén capacitados en hipnosis, así como en una variedad de otras técnicas psicoterapéuticas».

Por último, no espere que la hipnosis funcione después de una sola sesión. Algunos expertos dicen que una sola inyección puede ser eficaz. Pero Milling sostiene que «en general, es poco probable que una sola sesión de tratamiento que implique hipnosis sea beneficiosa».

Cualquier pregunta o duda, consulte siempre con su medico.

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